Los problemas internos del gobierno nacional venezolano, además de ser de nuestra incumbencia, son de nuestra alegría. Sus secretos y mentiras, muchas veces han sido descubiertos y han visto la luz pública. Aunque algunos creerán que es porque tienen problemas y su ambiente se torna tenso, no es así. Si nos ponemos a pensar, cada vez que hay un problema interno en ese círculo de mentirosos y corruptos, alguna olla se destapa, lo que beneficia enormemente al venezolano, claro está, en porciones pequeñas.
Cuando todos esos rojos, apoderados del dinero en Venezuela, cuerdas de ladrones recién vestidos, hacen algo mal. Es un punto a favor de la oposición. Y esto es porque no se sabe de quien es la culpa, al menos ellos no lo saben, así que comienzan a responsabilizarse entre ellos; lo que siempre causa problemas. Esto genera presión, y la presión no es buena cuando se tiene a un grupo de espectadores hambrientos por ver como hacen mal las cosas, encima de ellos.
Definitivamente hay que admitir que el hombre que tenemos como mandatario no sabe pensar. Y en concreto, no sirve para nada. Si sabemos valorar esto, podría ser un punto a nuestro favor. Claro que no lo es cuando nos perjudica, como lleva ocho años haciéndolo. Es un punto a nuestro favor porque cada metida de pata los va despojando a todos lentamente del poder que no han querido ceder por nada del mundo.
Luis Blanco, mi compañero y amigo, hizo una pregunta en un post anteriormente publicado que decía lo siguiente: “¿A que se debe el silencio de los simpatizantes ante el paquete de leyes?”. Esto se refería a las 26 leyes aprobadas por la Asamblea Nacional. Cuyo obvio toque de régimen dictatorial cubano había hecho reaccionar a muchos venezolanos. Yo opino, aparte de lo que ya he escrito, que la ignorancia, y creer tanto en una persona, aunque esta nunca haya hecho nada bueno, acarrea no darse cuenta del mal camino que llevamos. Si no, fíjense en las elecciones del Proyecto de Reforma. Alterados los resultados o no, la diferencia fue mínima entre una opción y otra. Esto nos demuestra que estamos cundidos de brutos.
En fin, lo que hay que hacer. Aunque suene medio estúpido por todos los años que llevamos haciéndolo, es esperar. Después de todo, si nos remontamos a los primeros años de este gobierno, las cosas no eran del todo así. Fueron empeorando con el tiempo, y con un poco de paciencia, con el pasar de los días, seguirán empeorando cada vez más.
Así que paciencia venezolanos, que es lo que siempre hemos tenido. Paciencia y esperanza. Ni siquiera en un momento de desesperación podemos perder estos valores tan importantes. Quizás lo que viene es feo, para bien o para mal, pero con el favor de Dios, lograremos superarlo. ¡Viva Venezuela!
Manuel García.
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