Señores, ya la gente no quiere al hombre de rojo, no es que sea un secreto, pero estemos claros, llega un momento en que te cansas de escuchar las mismas mentiras, un cuento tras otro, poco ha poco ha caído el velo de fantasía que le tapaba los ojos a algunos y se está viendo la realidad oculta, espantosa, pero cierta.
Vamos a iniciar una guerra, vamos a hacer limpieza social, vamos a acabar con todo el que tenga dinero (POR CIERTO EL NO TIENE DINERO, DESDE EL AVIÓN HASTA EL TRAJE SON REGALOS DE LOS VENEZOLANOS) lo único que falta es decir vamos a bañarnos todos en el Guaire, usted inteligente lector sabrá para que, no tengo necesidad de contar la cantidad de porquerías de las que he sido testigo, ni la frustración que me causa la ceguera de la gente, pero ahora me voy calmando, poco a poco el venezolano vuelve a ser agudo de vista, consciente de sus problemas, está comenzando a entender que no hay un salvador místico, un Mesías que vendrá a darte la comida en la boca, quitándote toda capacidad de pensamiento para que vivas por siempre como un organismo, inmóvil pero vivo.
La única respuesta posible es el trabajo, ya he visto los primeros movimientos, gente de las misiones que se mueve por su cuenta para mejorar sin la ayuda del gobierno, buscan crear verdaderos proyectos, no un jalabolismo bolivariano, taradista imbecilista, no con miras a un proyecto irrealizable, sino con un deseo de salir adelante, de mejorar su comunidad, controlar el problema de la delincuencia y crear conciencia ciudadana.
Por cierto un saludo a los señores Tascón y Ortega de la AN que se la pasan diciendo que aquí no hay delincuencia porque viajan con guardaespaldas en carros blindados y creyendo que con reformas al código penal se hará algo, en vez de mejorar a la policía, sanearla para no tener que llegar al punto de pedirle defensa y seguridad en las calles a los de la Piedrita o a los Tupac Amaru.
Poco a poco empieza a verse la luz de la esperanza, los tiranos caen, los gobiernos también, pero lo que nunca se derrumba es el espíritu de lucha que tenemos los venezolanos, sólo a veces queda oculto y es nuestra responsabilidad no dejar que eso ocurra.
"Estuve mucho tiempo pidiendo al cielo mi libertad, hasta que me cansé de pedir y empecé a correr con mis propias piernas"
Un aullido de Lobo en estos tiempos caóticos…..
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