Finalmente la oposición venezolana ha entendido el papel protagónico que tiene que desempeñar en la vida social venezolana. La promesa dada en la mesa es dejar a un lado ciertas mezquindades individuales en virtud de lograr un bloque político que restablezca el sistema democrático, lo cual pareciera difícil acometer para el bien colectivo, sin embargo las intenciones se premian. El Pueblo Venezolano siente que esta iniciativa política es la vía idónea para crear un bloque de contrapeso real ante la actitud hegemónica del gobierno, cada día más abusivo, prepotente e inobservante de la ley, sin embargo, ciertas condiciones deben plantearse en el marco de vida de está iniciativa para que tenga sentido pragmático y práctico en virtud de integrar y unir a la fracturada oposición, además de acoger en su seno a tanto indeciso, esos compatriotas que integran el bloque de los mal llamados NI-NI, siendo esas condiciones:
- Abajo los caudillismos, grupos o intereses personales: Ya en esa mesa no debería verse jefes de partidos políticos, ni mesías salvadores de la patria ni líderes históricos plenipotenciarios, sólo debería verse a un grupo compacto, trabajando en equipo y coordinando acciones, como un grupo de profesionales serios debería actuar, además de mostrar total transparencia y no tramparencia en la elección de los representantes a puestos de relevancia en la vida política del país.
- Marco político definido: Ya basta de mantener como bandera política el sacar a Chávez de la presidencia, hay que brindarle al electorado una real opción de elección con sentido, con contenido y con visión socio-política. Es cierto que este punto es el más difícil de abordar, porque sacar una visión política unitaria con un social cristiano y un liberal de derecha, un social demócrata de Centro, y un socialista de izquierda no es tarea fácil, pero la primera tarea de este grupo es unificar el mensaje político ante el deseo de sacar electoralmente al presidente per se.
- Trabajar en legislar desde ahora mismo: este grupo tiene como tarea comenzar a legislar, a trabajar en propuestas alternativas a las leyes que antidemocráticamente se quieren aprobar, participar en cuanta consulta pública se de para que con argumentos contundentes se desenmascare públicamente las acciones dictatoriales y hegemónicas del gobierno.
- Organizar la base de simpatizantes: lo cual exige un censo de la los adeptos a la causa, con las respectivas garantías de seguridad de tales bases de datos ya que tenemos suficiente con la lista Maisanta y la lista Tascón; crear comités de trabajo de apoyo a un plan de gobernabilidad con miras a las próximas elecciones de la Asamblea Nacional y Presidencia de la República.
- Apoyo institucional a los gobiernos de oposición establecidos: en las medidas que los gobernantes de tales entidades tomen en favor del colectivo, organizando cuánta expresión pública sea necesaria para tal cometido.
- Lanzar la mesa de la unidad a la calle: creando foros de opinión e información acerca de las metas y objetivos de la iniciativa de la unidad para que se recojan ideas del pueblo que ayuden a perfeccionar a este movimiento político-social.
Sí estos puntos se abordan con prioridad, un gran porcentaje de triunfo está asegurado, y el camino será más fácil de encontrar y de transitar, por el contrario sino se cumplen estos objetivos, entre muchos no nombrados, la posibilidad de que la mesa de la unidad se convierta en una caricatura de la coordinadora democrática como malsanamente opinó Aristóbulo Izturiz será una triste realidad, para perjuicio de todos los actores y seguidores de este movimiento.
0 Responses to "Los retos de la Mesa de La Unidad"
Publicar un comentario